tación que contiene el Supremo Decreto de 25 de febrero último, habiéndose expedido los correspondientes títulos para los que deben desempeñar esas funciones en las capitales de departamento, y están ya en ejercicio de su cargo. Se ha procurado la elección de personal idóneo y honorable, que responda á las necesidades de ese delicado servicio, y, según las informaciones recibidas, ha comenzado á desenvolverse en condiciones satisfactorias. Siendo fácil comprender que el solo nombramiento de médicos forenses no era bantante para asegurar su correcto funcionamiento, si no contaban con los instrumen'os más indispensables y condiciones apropiadas, el Ministerio ha encargado á los fiscales de distrito hagan que dichos médicos formulen moderados presupuestos para llenar esas necesidades, y corresponde á la legislatura fijar en el nuevo presupuesto una partida para la adquisición de cajas de cirugía, desinfectantes y formación de anfiteatros. En concepto del Ministerio una partida de Bs. 20.000 sería talvez suficiente. Quizás convendría también que el Poder Legislativo preceptuara que los jueces al pedir informes técnicos de los médicos forenses, fijaran los puntos sobre los que ellos deben recaer para evitar la vaguedad de una simple petición de informe y por cuanto es el juez de la causa el que debe señalar el rumbo de las investigaciones judiciales. Papel Sellado y Timbres de El expendio de papel sellado y timbres de transacciones constituye uno de los ingresos importantes del Tesoro Nacional y este servicio se realiza con regularidad en las capitales de departamento, pero con bastantes deficiencias todavía en las provincias. El reglamento para el uso de papel sellado y timbres de transacciones, ha regularizado y garantizado la correcta aplicación de la ley, según se ve por los imformes de las cortes y fiscales de distrito, especialmente el uso de los timbres secos para la inutilización y la incineración de los timbres excedentes en los contratos, medidas que evitan el frecuente abuso que existía de parte de los notarios. Sin embargo, resulta un verdadero consejo de la experiencia, para mayor seguridad, ampliar el uso de papel sellado y restringir el de los timbres, que por su misma naturaleza se prestan más á extravíos y omisiones. En la mayor parte de los casos en que está prescrito el uso de timbres podría usarse, con mayor ventaja, el papel sellado correspondiente. Así, en los contratos, según su cuantía, podrían usarse las correspondientes hojas de papel sellado en reemplazo de los timbres. Presupuesto de la Administración El presupuesto del servicio de justicia, que hoy tiene carácter nacional, merece una atenta revisión y que se le sujete á un verdadero plan, que graduando los servicios aumente los haberes de la magistratura judicial, en proporción á las circunstancias del Tesoro y del mérito de los servicios prestados, pues que un mal juez aun prestando servicios gratuitos es caro para la sociedad, así como á un buen juez no hay dinero con qué pagarle. Es bien sabido que la buena remuneración del juez favorece las condiciones de labor y de independencia. La sola diferencia de la cifra á que alcanza el actual presupuesto de justicia, en comparación a correspondiente al del año de 1903, con el que comenzó la actual administración, demuestra hasta la evidencia el meoramiento progresivo de este servicio, que ha merecido verdadera atención de los poderes públicos y que debe seguirla mereciendo para el progreso de las instituciones. ini El presupuesto de 1903, con el que ció sus labores la administración que hoy concluye, arrojaba por el servicio nacional y departamental de justicia Bs. 604,607. El presupuesto vigente, por igual servicio, arroja Bs. 1.217,455, es decir, un aumento de Bs. 612,848 ó sea más del doble y que representa el aumento de haberes de jueces y fiscales, la gratuidad de la administración de justicia, mediante la dotación de secretarios, actuarios, auxiliares y escribanos de diligencias y muchas otras mejoras que sería prolijo enu merar. |