eficaces de conocer cada ciencia, con estudio detenido de su naturaleza y de los procedimientos más prácticos para conseguir el aprendizaje. Nunca podría el Estado, sin caer en lo arbitrario decretar, por ejemplo, que una ciencia se ha de enseñar analítica ó sintéticamente ó por procedimientos inductivos ó deductivos. El profesorado, por su parte, no puede, con carácter preceptivo, determinar recursos ni planes de enseñanza. Por esto concluyo, que la parte sistemática de la enseñanza es del resorte de la ley y de las reglamentaciones correspondientes y la parte metodológica corresponde al profesorado.

Con estas convicciones, el Ministerio de Instrucción Pública nunca ha aventurado preceptos relativos á métodos, dejando en este orden la más amplia libertad al profesorado, siendo completamente inexacto que se haya prescrito métodos de enseñanza en ninguna materia. Si por incorrección de lenguaje, se llama método concéntrico á la actual organiza

ción de la enseñanza, ese es un error cuya responsabilidad incumbe al que en él incurre. Tampoco el Ministerio ha prescrito ninguna doctrina científica, porque bien comprendía que el desenvolvimiento de doctrinas corresponde al profesorado.

En suma, la labor del Ministerio ha tenido por norte la realización de la más amplia libertad en la enseñanza, dentro del orden y de la ley, como no puede menos que suceder en toda sociedad organizada en la que el Estado dirige la instrucción pública, en ejercicio de una de las más altas funciones que le corresponde. Organizar y sistemar no es cohibir sino construir y garantizar á la sociedad la realidad de las instituciones.

Inspección y Vigilancia.

La ley señala al Ministerio de Instrucción Pública como una de sus principales atri

buciones y deberes inspeccionar y vigilar todos los institutos científicos y literarios existentes ó que llegaren á establecerse, siendo entendido que en los institutos de carácter netamente oficial no sólo inspecciona y vigila sino que dirige de manera inmediata su desenvolvimiento.

En una tarea que requiere tanta asiduidad, el Ministerio necesita ejercitar su acción constante por medio de órganos autorizados que ejecuten sus indicaciones y preceptos. Los Rectorados de las Universidades y la Dirección de los Colegios han resultado insuficientes para un impulso orgánico y progresivo y se ha impuesto la necesidad de la creación de asesores técnicos y de visitadores de escuelas, cuyo funcionamiento actual, aunque incompleto, viene rindiendo los más satisfactorios resultados.

En los asuntos técnicos, la consulta á los rectorados y consejos universitarios resultaba tardía é ineficaz: tardía por las distancias

que separan el asiento de los rectorados y consejos universitarios de la residencia del Gobierno, é ineficaz por cuanto los consejos universitarios, demuy deficiente organización, y de carácter concejil, muy rara vez funcionan con regularidad y aún más rara vez prestan la atención que merecen los asuntos que le son consultados.

Entretanto, los asuntos del servicio de instrucción pública, en una administración correcta y activa, no permiten demoras ni paralizaciones y los asesores técnicos, que poseen alta versación teórica y práctica en asuntos educativos, prestan informaciones oportunas, amplias y hacen estudio científico de los asuntos que se les pasa en consulta, dando base sólida y las mayores probabilidades de acierto á las decisiones del Ministerio. Donde más resalta esta labor eficaz es en la revisión de reglamentos y de textos de enseñanza, que con frecuencia se presentan ante el Ministerio demandando aprobación.

Dos asesores técnicos han funcionado en el Ministerio de Instrucción: el señor Leónidas Banderas Le Brun como asesor técnico

general y el señor Rafael Diez de la Cortina - como asesor técnico en el ramo de idiomas extranjeros. Este último se retiró voluntariamente y por razones de salud, en el mes de marzo último después de haber practicado una inspección detenida en los distritos universitarios de Oruro, Sucre, Potosí y Cochabamba, cuyos resultados han sido muy provechosos para que la acción del Ministerio se dirija á corregir, como ha corergido muchas deficiencias. El señor Banderas Le Brun continúa pres tando muy importantes servicios al Ministerio, con una asiduidad y competencia dignas de todo encomio.

Los visitadores de escuelas de reciente creación son funcionarios indispensables. La difusión de la enseñanza primaria en todas las ciudades y provincias de la República, con una intensidad que por primera vez se ha conseguido en el país, hacía indispens ble la ac